Mi jefe no me firma la baja voluntaria

Qué hacer si tienes que dejar tu trabajo por circunstancias

Si los trabajadores tienen problemas en el trabajo, sus jefes pueden pedirles que dimitan. Una dimisión voluntaria puede tener muchas ventajas, una de las cuales es una posición negociadora más fuerte para una indemnización por despido. Si te obligan a dimitir, debes seguir ciertas instrucciones. En este post, repasaremos cómo es una dimisión forzosa, que pasa si mi mi jefe no me firma la baja voluntaria, qué hacer si tu jefe te pide que te vayas y por qué debes estar preparado.

¿Qué implica la dimisión forzosa?

Un empleado se ve obligado a dimitir cuando sus jefes, supervisores o miembros del consejo de administración se lo exigen. A diferencia de una dimisión normal, en la que las personas renuncian voluntariamente a su puesto de trabajo, las dimisiones forzosas no son voluntarias.

Es fundamental comprender las circunstancias que rodean tu dimisión

Es fundamental comprender el razonamiento que hay detrás de la petición de dimisión. Como empleado, aún puedes tener opciones. Puedes ponerte en contacto con el departamento de trabajo para conocer tus alternativas si crees que tu despido ha sido improcedente. En caso de que se vea obligado a abandonar la empresa por circunstancias ajenas a su voluntad, aún podría mantener buenas relaciones con sus compañeros y jefes.

¿Qué debe hacer si se ve obligado a dimitir?

Si tu empresa te obliga a dimitir, debes seguir estas medidas.

1. Ver las alternativas

La petición de dimisión de tu jefe no requiere una respuesta inmediata. Primero debes tener en cuenta otras opciones. En lugar de esperar a que la empresa te despida, tienes la opción de dimitir. Tal vez puedas negociar una fecha de despido posterior o una indemnización por despido. Esto le ofrecerá más tiempo para buscar empleo en otra parte o para pedir una recomendación firme. Tu empresa podría ahorrar dinero en prestaciones de desempleo si estás dispuesto a marcharte.

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Sin embargo, es crucial tener en cuenta los posibles efectos negativos de dejar tu empleo. Las prestaciones por desempleo no están a su disposición. Si decide retirarse, pero otra persona le obliga a hacerlo, también podría experimentar dificultades económicas. Es fundamental considerar si dejar el trabajo por voluntad propia es la mejor opción.

2. infórmate sobre tus opciones

Pregunta a tu jefe si existen alternativas en caso de que decidas quedarte en tu puesto actual. Podrías tener derecho a pedir un periodo de prueba o un plan de rendimiento si te piden que te vayas por tu rendimiento. Averigua si tu empresa quiere que te vayas por otros motivos preguntándoles.

3. Averigua si puedes renegociar tu dimisión con el jefe.

Si estás dispuesto a dejar tu puesto, deberías pensar si puedes negociar tu salida. Quizá pueda elaborar una indemnización por despido que le proporcione el dinero que necesita mientras busca trabajo. Si se les permite retrasar su dimisión, los empleados pueden negociar una indemnización por despido importante. Quizá pueda negociar la duración de su estancia en la empresa para tener tiempo de buscar un nuevo empleo.

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Tenga en cuenta que si su empleador pretende despedirle, puede favorecerle negociar. Averigüe si existe la posibilidad de recibir un reembolso por el tiempo de enfermedad, personal o de vacaciones no utilizado.

4. Reconoce tus ventajas

Si estás pensando en dejar tu trabajo, es fundamental que conozcas tus opciones como empleado. El departamento de recursos humanos de tu empresa puede resolver cualquier duda que tengas e informarte de si seguirás teniendo derecho a determinadas prestaciones, incluido el seguro médico, después de irte. Muchas empresas ofrecen seguro médico durante 30, 60 o 90 días tras el cese de la relación laboral.

Aunque la empresa no proporcione automáticamente un seguro médico u otras prestaciones a los empleados que dejan el empleo, es posible que puedas negociar para mantener tus prestaciones. Además, es posible que puedas negociar las prestaciones por desempleo.

5. Obtener una sugerencia

Dependiendo de la situación, puede pedir una recomendación a su jefe o a un compañero de trabajo. Aunque te pidan que te marches porque no eres el candidato perfecto para el puesto o las normas han cambiado, es posible que tu jefe siga estando satisfecho con el trabajo de alto calibre que has realizado para la organización. En esta situación, podrían estar dispuestos a unirse a tu lista de referencias u ofrecer una recomendación.

6. Piensa en la circunstancia como una oportunidad

Procure que su confianza no se vea afectada por una dimisión forzada. En muchos casos, el empleado no podía haber hecho nada para cambiar las circunstancias o el resultado. En su lugar, considérelo una oportunidad de encontrar un puesto mejor que se ajuste a sus cualificaciones e intereses. Es posible que valore los conocimientos y habilidades que ha adquirido, así como las conexiones que ha establecido con la empresa. Es posible que puedas utilizar estas conexiones en tu beneficio en el futuro para conseguir un trabajo.

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7. Averigüe si una reclamación es admisible

También es fundamental comprender los motivos de tu despido. Puedes pensar que tu despido fue improcedente. Si es así, puede considerar sus opciones y determinar, basándose en los hechos, si debe interponer una demanda.

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